jueves, 27 de octubre de 2011

Niños desobedientes

¿Cómo se comportan?
Estamos hablando de niños que presentan alguno de estos comportamientos:
  • Suelen responder que “no” cuando se les manda algo; se niegan a hacer lo que no les gusta, intentando siempre salirse con la suya.
  • Logran cambiar las decisiones de los padres y si estos insisten responden con rabietas.
  • Hay que pedirles las cosas muchas veces y aun así no se consigue nada.
  • Si se les pide algo, proponen hacer otra cosa. En otras ocasiones no se niegan, pero hacen lo que les apetece sin discutir.
  • En el colegio, suelen ser problemáticos al incumplir las normas, querer ir a su aire y desobedecer como hacen en casa.

¿Por qué se comportan a?
Las razones exactas son difíciles de determinar, pero suelen influir:
  • Unas pautas educativas inadecuadas.
  • Un clima familiar con cierto grado de estrés, ansiedad, desorden, porque favorece que se adopten pautas educativas inadecuadas.
  • Los factores personales del niño, como el temperamento.
  • Los niños se han acostumbrado a desobedecer y cambiar las decisiones de los padres, sin que tenga consecuencias para ellos.

¿Qpodemos hacer?
Mejorar algunas pautas educativas:
  1. Distinguir lo que es una ORDEN, de lo que es  una petición, favor, capricho personal. Las órdenes son más o menos racionales, según la edad y deben ser innegociables: levantarse, vestirse, el aseo, las comidas, el colegio, hacer los deberes, ordenar la habitación, comportarse con los hermanos, ayudar en casa, etc.
  2. Al niño se le pueden hacer otras peticiones, pero el número debe ser limitado, y estar convencido de que tiene que cumplirla.
  3. Ser amable en el tono y hacerlo con seguridad.
  4. Ser muy concreto en lo que se pide: un niño puede comprender la orden “prepara la cartera para el colegio”; otro más pequeño comprenderá mejor: ”mete en la mochila los libros de mañana y mira si llevas el estuche”. El niño tiene que saber concretamente cómo se hace lo que se le pide.
  5. Si son muchas órdenes seguidas, y no presta atención o es pequeño, puede olvidarlas.
  6. Lo que mandemos, debería estar más o menos previsto y ser conocido con antelación. Si un niño tiene previsto salir el sábado por la mañana con la bici y le mandamos ordenar la habitación hay más posibilidad de que se niegue que si sabe que los sábados, primero tiene que ordenar su cuarto. Con niños pequeños, puede ser útil usar un panel a modo de agenda, donde están dibujadas las tareas que tiene que cumplir en la semana o en el día.
  7. No puede darse alternativa: Es mejor decir, “tienes que recoger los juguetes, si quieres te ayudo”, que decir: “¿Quieres recoger los juguetes?”.
  8. Cuando se manda algo, hay que supervisar si se ha cumplido, si no se hace, la próxima vez puede que no lo haga.
  9. El miedo puede ser un motivo a desobedecer: por ejemplo no querer hacer compras en la calle, por temor a algo o alguien.
  10. Elogiar siempre su colaboración y comportamientos positivos.

¿Qpodemos hacer cuando se resiste y no obedece?

Cuando se resiste, o no obedece, no llamar la atención indefinidamente. Más de tres llamadas de atención suelen ser inútiles y agotar a los padres. Hay que adoptar medidas, previamente conocidas por el niño:
  • Retirar privilegios: Consiste en retirarle al niño algunos privilegios, como un juguete, etc. El tiempo máximo de retirada suele ser dos días. La retirada de privilegios no puede ser desproporcionada y que de antemano sepamos que no vamos a cumplir, por ejemplo, un mes sin usar la bici.
  • Tiempo fuera: Consiste en mandar al niño a un lugar apartado o aburrido y retirarlo de la actividad que está realizando. Se suele mandar tantos minutos como años tenga el niño, ni más ni menos.Si se resiste o se va sin permiso, se le penaliza con un minuto más.Sólo puede penalizarse 2 veces. Si se va sin permiso más veces, se le retiran privilegios. El Tiempo Fuera, no puede suponer que el niño termine saliéndose con la suya sin cumplir lo mandado.
  • Sobre corrección: Consiste en realizar la actividad que se ha mandado varias veces: practicar y practicar. Por ejemplo, si se le ha mandado que eche la ropa sucia en el cesto y no lo hace, se saca la ropa que haya y se le obliga a recogerla varias veces, como entrenamiento.
  • Si hace una rabieta: Si al obligar al niño a cumplir una orden hace una rabieta, lo mejor es ignorarla, no prestar ninguna atención, no reaccionar de ninguna manera, ni hacer comentarios, ni siquiera cuando se le pase. A veces esto es posible, entonces pueden aplicarse las medidas anteriores.
En la aplicación de estas medidas tenemos que ser CONSTANTES, es decir, siempre, no sólo en ocasiones; y tenemos que ser COHERENTES, no llevarnos la contraria a nosotros mismos: el “Sí” es “Sí” y el “No” es “No”.


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