jueves, 19 de enero de 2012

Los padres ya tienen un delegado de clase para mediar en disputas

Los padres ya tienen un delegado de clase para mediar en disputas

Sus funciones consisten en representar a las familias de cada aula y en fomentar su participación en la educación de sus hijos

 


IGNACIO A. CASTILLO Cada vez que comienza el curso, los alumnos eligen a un delegado de clase. Desde este año, al igual que ocurre con sus hijos, los padres pueden elegir a un representante por aula para tratar con el tutor y mediar en caso de conflicto. Es una novedad de este año, que se incluye en los nuevos reglamentos de los centros (ROC) con el objetivo de que exista una mayor participación de las familias en la educación que reciben sus hijos en el colegio.

Para poder ser delegado de padres es requisito indispensable tener tiempo libre y presentarse al cargo de forma voluntaria. Estas condiciones, en principio, podrían ser demasiado exigentes para unos padres que acostumbran, según se quejan los propios docentes, a delegar la educación de sus hijos en exclusiva a los profesores, a que no se involucran en este proceso y a que ni siquiera asisten a las tutorías ni cuando son requeridos.

Sin embargo, según explicó ayer el jefe adjunto del Servicio de Inspección Educativa de la Delegación Provincial de Educación, Manuel Jurado, «ha sido raro el caso en el que no haya habido más de un padre interesado». Por eso, no sólo se han elegido delegados, sino también subdelegados que puedan suplirles y complementarles en estas funciones.

Funciones. ¿Qué es un delegado de padres? Es el padre que se encarga de representar a las familias de todos los alumnos del mismo aula donde está escolarizado su hijo, defiende sus intereses de forma colectiva y las implica en la mejora de la convivencia y los rendimientos educativos. Todo ello, en coordinación con el tutor. La mayoría de los elegidos en la provincia de Málaga son madres. «La orden precisa que la representación sea equilibrada entre padres y madres, pero en la práctica son las mujeres las que siente más este tipo de inquietudes», señaló Jurado.

Los delegados tienen que representar e implicar a las familias en el proceso educativo de sus hijos, así como coordinarse con la persona responsable de la tutoría, para favorecer este proceso. «Tendrá que buscar las vías que consigan una máxima implicación por parte de las familias de cada grupo. Para ello es necesario buscar estrategias conjuntas entre todos los delegados del centro y el apoyo y colaboración de los tutores, así como del equipo directivo», expresa la normativa.

Para ello, los delegados, que fueron elegidos entre octubre y noviembre y se renovarán cada año, también han tenido que hacer actividades de formación, para aprender a diseñar estas estrategias, «ya que lograr una máxima implicación de las familias en muchas ocasiones es tarea compleja», añadió el jefe adjunto de los inspectores de la provincia.

Además, han de formarse para dar respuesta a las necesidades reales de las familias en cuanto a las relaciones con sus hijos e hijas y sus propias necesidades, y todo ello con el objetivo prioritario de la mejora de la convivencia escolar y de los rendimientos escolares.

Para lograr que la comunicación sea lo más fluida posible, el delegado de los padres debe generar espacios visibles para esta información en el propio aula o través de otras vías, como la celebración de asambleas, la creación de un buzón de sugerencias, el correo postal o el correo electrónico.

«Visitar el colegio donde estudian los hijos debería ser una obligación, aunque fuera moral», resume Manuel Jurado, consciente de la indiferencia de demasiados padres.

Fuente: La Opinión de Málaga - Jueves 19 de enero de 2012